La historia de amor de Josep y Elena.

Boda Motos Ducati Casament

Hoy queremos contarles la historia de amor de Elena y Josep.

Una historia de amor que comenzó compartiendo su afición, y que es su estilo de vida, su motor, concretamente las motos.

Todo comenzó cuando Elena se unió a un grupo de motos que organizaron una salida para ver el «Rally de la Baja Aragón en Teruel», donde coincidió por primera vez con Josep, y poco a poco comenzaron a conocerse más y mejor.

Elena tenía gatos, y lo más importante para ella era que la persona que estuviera a su lado también fuera amante de los gatos, y Josep también cumplía con este requisito indispensable para ella, ya que también tenía un gato.

A medida que Elena y Josep se iban viendo, se dieron cuenta de que compartían muchas aficiones y también el estilo de vida de cada uno. Entre salidas en moto con amigos, quedar para ver competiciones de coches, campings y viajes en autocaravana, surgió el amor y la relación se fue consolidando hasta el punto en que Josep le pidió la mano a Elena.

Josep le pidió la mano a Elena por sorpresa. Ella le había comentado en alguna ocasión que le gustaría casarse con él, hasta que un día, cuando Elena volvió a casa del trabajo, Josep la estaba esperando y le dijo: «Esto es para ti», con el anillo en la mano, y Elena no dudó en decirle que sí. Lo más emotivo aún estaba por venir, porque Elena llevaba tiempo detrás de una moto que ya había adquirido en un concesionario, pero aún no se la habían entregado, y Josep organizó todo para que ese mismo día le entregaran la moto a Elena. Josep la cogió, y le dijo que irían a un lugar, y ella no sabía dónde era. Por su mente pasaron mil y una posibilidades. Cuando salieron de casa y a medida que se acercaban al concesionario, ella empezó a darse cuenta de adónde iban, y toda la emoción que llevaba dentro comenzó a explotar: ilusión, alegría, nervios… Cuando llegaron al concesionario y Elena vio su moto nueva, entonces sí que explotaron todas las emociones que tenía dentro. Para ella, fue uno de los días más emblemáticos de su vida, no solo porque Josep le pidió la mano, sino porque pudo tener su moto nueva, para compartir aún más momentos y sentimientos con su pareja, Josep.

Desde aquel emblemático día, empezaron a organizar su boda, buscando un espacio muy concreto donde ambos se sintieran identificados. Por eso, utilizaron el portal de bodas.net. Buscaban un espacio abierto, con naturaleza y una masía o algo similar, y si era después de una carretera de curvas, aún mejor, porque así podrían ir con sus motos a ver el lugar y disfrutar de su afición juntos. Con todos estos requisitos, la finca de Mas Can Ferrer, fue el espacio que más se ajustaba a lo que buscaban, y decidieron ir a ver la finca, donde Toni, propietario de Mas Can Ferrer, les hizo una visita guiada por todas las instalaciones. Cuando Elena y Josep terminaron la visita, lo tenían claro: querían casarse allí, no solo por las instalaciones, que era lo que ellos querían, sino también por el trato que les dio Toni, que les transmitió la confianza para decidir casarse en Mas Can Ferrer.
Una vez Elena y Josep tuvieron claro dónde querían casarse, comenzaron a organizar la boda y sus preparativos. Como son muy previsores, no tuvieron contratiempos de última hora.

Ahora les tocaba elegir la segunda cosa más complicada de una boda después del espacio: el catering. Como la visita con Toni fue tan cordial y agradable, decidieron pedirle una recomendación: si él tuviera que organizar un evento en su finca, ¿qué catering elegiría? Y no dudó en recomendarles «El Catering Montserrat».

Josep y Elena lo tenían claro, querían contactar con el Catering Montserrat, y así lo hicieron, donde Sonia, responsable y encargada del catering, les atendió. Hicieron un primer contacto por correo electrónico y luego una llamada telefónica. Cuando hablaron con Sonia, tenían claro que querían saber aún más sobre el Catering Montserrat, y quedaron para hacer una visita presencial. Ellos, que son de la zona de Barcelona, y el Catering Montserrat está en Castelló d’Empúries, Sonia no dudó en coger un AVE y viajar a Barcelona para hacer la visita allí, para que Josep y Elena no tuvieran que desplazarse.

La visita fue en la estación de Sants, concretamente en la cafetería, porque no tenían otro lugar alternativo donde hacerla, y este acto de implicación y desplazamiento hizo que Josep y Elena confiaron aún más en Sonia y en el catering. Después de la visita con Sonia, donde les explicó todas las opciones de menú y posibilidades que tiene el catering, quedaron encantados y querían que fuera el catering de su boda, pero aún faltaba la prueba de menú para cerrar los preparativos de la boda, que era muy importante para Elena y Josep.

Después de organizar el día para la prueba de menú, con sus familiares y el catering, se realizó en el Restaurante Bocam de Figueres, uno de los restaurantes que es de su propiedad, y está adaptado para hacer pruebas de menú fuera de su carta habitual.

Elena y Josep tenían muchas ganas de hacer la prueba de menú, y que todo saliera bien, ya que habían establecido una muy buena relación con Sonia, y así ocurrió. Los novios y sus familiares se desplazaron hasta Figueres, al restaurante Bocam, y realizaron la prueba de menú, que los sorprendió gratamente, a ellos y a sus familiares, y así, tomaron la decisión de confiar en el Catering Montserrat para uno de los días más emblemáticos e importantes de su vida.

Una vez ya tenían el espacio y el catering concretado, solo quedaba cerrar el DJ y el fotógrafo, que ya tenían fijados gracias a las redes sociales, y ya tenían claro que querían a esos profesionales en su día de boda.

Durante todo el proceso de organización de la boda, Sonia fue su consejera para la toma de todas las decisiones, un hecho clave para que el desarrollo de su boda fuera lo mejor posible.

Cuando llegaron a este punto, cuando faltaban pocos meses para su boda, explotó la pandemia, que tanto nos ha afectado a todos.

Al principio, Josep y Elena tenían muchas dudas, debido a la pandemia, el principal miedo que tenían era si podrían aplazar la boda, y tanto Toni como Sonia les dieron la posibilidad, sin ningún costo, de aplazarla un año. Al ver este acto de bondad y profesionalismo, surgió en ellos una sensación de tranquilidad al ver qué profesionales del sector habían elegido para su boda.

Durante todo este tiempo extra que tuvieron, Elena y Josep pudieron hacer todos los detalles que querían que estuvieran presentes en su boda.

Durante este tiempo, Sonia continuó organizando la boda, preocupándose por los novios, preparando los menús para alérgicos e intolerantes, y concretando detalles con los profesionales que participarían en el día de la boda.

Y después de todo el alboroto de la pandemia, y un año después, solo quedaba una semana para el día de la boda.

Elena y Josep, una semana antes, estaban radiantes, porque se acercaba el día de la boda, pero aún no habían aflorado los nervios previos al evento, que comenzaron a salir a medida que quedaban menos días, y que el día de la boda, explotaron.

Llegó el gran día, el día de la boda, el día que habían estado esperando un año más de lo que tenían planeado, por fin, era el 4 de julio de 2021. Durante toda la semana previa, tanto los novios como los profesionales estuvieron controlando la previsión meteorológica, que todo apuntaba a que sería un día espectacular, pero el mismo día, cambió la previsión, surgió una pequeña posibilidad de lluvia en la ceremonia, y eso generó muchas dudas, tanto en Josep como en Elena, pero Toni, que conoce muy bien la zona, les explicó que ese fenómeno meteorológico es habitual en la zona, y que no tenían que preocuparse por esa posibilidad, porque no acabaría ocurriendo. Y así fue.

Fue una boda muy romántica y enfocada en sus aficiones, ellos tenían claro que su boda debía estar enfocada en su pasión, que era el mundo del motor, y que sus motos debían tener un papel clave en esto.

En la ceremonia, estuvieron presentes las motos, a su lado en el altar. También hubo un recuerdo en la decoración del sitting, con bidones de aceite y banderas de su piloto favorito. El nombre de las mesas eran los circuitos donde se competía o se había competido en MotoGP. También encargaron a una empresa dedicada una miniatura de cada circuito en madera, para colocarla como nombre de mesa, en el momento del banquete.

La boda se desarrolló tal como ellos querían y habían deseado. Los trabajadores de Mas Can Ferrer y Sonia de Catering Montserrat fueron figuras claves para el desarrollo de la boda.

Al día siguiente de la boda, Josep y Elena recordaban momentos de su boda, y opiniones de los invitados. Las opiniones que más se repetían eran sobre la comida: «¡Qué bueno!», «La comida es espectacular», «Qué lugar más bonito», «¡Qué bien me lo estoy pasando!», «¡La mejor boda en la que he estado!». Todas las opiniones de los invitados fueron positivas, y eso les hizo estar aún más felices, porque sus invitados habían disfrutado de ese día tan importante para ellos.

En resumen, Josep y Elena disfrutaron de la boda que habían soñado. Todo gracias a los profesionales que participaron en su boda.

Gracias por dejarnos formar parte de vuestra historia, ojalá seáis tan felices siempre como lo fuisteis aquel día.

Comparteix l'article

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.