La historia de amor de Mireia y Edu comenzó con una mirada y se consolidó con un viaje a Australia. Fue un amor a primera vista, en el cual el destino hizo su magia.
Se conocieron una noche de fiesta en una famosa sala de Barcelona. Después de esa noche, comenzaron a quedar con mucha frecuencia. Todo era muy intenso, «me encantas» era la palabra que más se decían en cada uno de esos encuentros. Tenían largas conversaciones sobre cómo veían la vida, sus sueños, sus metas. En una de esas charlas, vieron que Australia era un viaje que los dos tenían en mente, pero entonces lo planeaban por separado.
Poco después de esa conversación, Edu se fue de viaje durante un mes, un mes en el que se iban a distanciar irremediablemente. Entonces, Mireia, para que Edu se acordara de ella durante el viaje, decidió regalarle una libreta en la que le escribió:
“Ya que me dijiste que tenías ganas de escribir y estaremos un tiempo sin vernos, al menos quería que cuando lo hicieras te acordaras de mí”.
Después de esa frase, le recordó todos los momentos bonitos, peculiares y graciosos que habían vivido juntos desde que se conocieron hasta ese día.
Ese detalle caló hondo en el corazón de Edu, así que mientras hacía su viaje decidió devolverle el regalo contándole su versión del origen de esta bonita historia. En ese viaje también aprovechó para enviarle una postal, la cual llegó sin sobre y un día en el que toda la familia de Mireia estaba presente. Ella no sabía dónde meterse, pero recibirla le encantó.
El viaje a Australia se acabó haciendo, pero no como ellos habían previsto, y es que, una vez más, el destino hizo de las suyas para que esta pareja siguiera viviendo momentos especiales juntos. La amiga de Mireia, con la que al principio iba a hacer este viaje, no veía claro que fuera el momento de adentrarse en esa aventura, así que Edu le propuso hacerlo juntos, sin ningún tipo de compromiso, para que ella no se quedara sin vivir esa experiencia.
A las semanas, Mireia se apuntó al típico concurso de Facebook en el que sorteaban un viaje de ida y vuelta a Australia: alojamiento, clases de inglés, clases de surf… ¿A que no podéis imaginar quién ganó el sorteo? ¡Claro! ¡Mireia! Y eso no es lo mejor, el vuelo salía el 14 de febrero. El destino seguía haciendo de las suyas.
Una vez juntos en el aeropuerto, en una de las largas esperas para embarcar, Edu le explicó a Mireia que estaba muy feliz de hacer este viaje a Australia, incluso le enseñó un mensaje de audio que le había enviado a un amigo explicándole lo contento que estaba, sin recordar que al final del mensaje Edu le decía a su amigo: “Parece que de esta vuelvo casado”. Imaginad la cara que se le quedó a Edu al escuchar sus propias palabras delante de Mireia.
Nada más llegar a su destino, se hicieron su primera foto del viaje en un cartel de “Welcome to Australia” que fue vista por los amigos y la familia. Al llegar al hotel se dijeron por primera vez “TE AMO”, así que podríamos decir que ese audio, esa foto y ese “te amo”, fueron el comienzo de su relación.
Pasó el tiempo, la relación iba “viento en popa” y, aunque ninguno de los dos había planteado nunca casarse o al menos hacerlo de la manera tradicional, el 21 de julio, el día del cumpleaños de Mireia, Edu decidió dar el paso y pedirle matrimonio. La historia de esta pareja es tan romántica y especial que la propuesta de matrimonio no podía ser menos.
Edu le dijo que preparara una maleta con sus vestidos más bonitos y que cogiera el pasaporte, que la pasaría a buscar al terminar de trabajar y se irían de viaje a un destino sorpresa. Comenzaron su viaje en coche hacia el norte por la costa, con la única pista de una caja de galletas en la que ponía “princesa”. Ante todas las preguntas que Mireia iba haciendo durante el trayecto, Edu le confesó que esa noche iban a dormir en Francia y que el pasaporte era solo para despistarla. En la mente de Mireia, y en el chat de grupo con sus amigas, pasaron miles de posibilidades. Francia y esas galletas les hacían pensar que se iban a Disneyland París, pero Mireia sabía que ninguno de los dos era muy fanático de Disney, por lo que aún estaba más perdida.
Cuando quedaba poco para llegar a su destino, Edu le tapó los ojos a Mireia, aparcó, la cogió de la mano para bajar del coche y, cuando todo estaba listo, le quitó la venda de los ojos y le dijo: “Toda princesa necesita su castillo”. Aún en shock, Mireia miró a su alrededor y vio que estaban en el Castillo de Montpellier. Cenaron en un restaurante súper romántico para celebrar el cumpleaños de Mireia y pasaron una velada maravillosa. Al llegar al castillo, en la habitación sonaba su canción preferida, el suelo estaba lleno de pétalos y las sábanas tenían dibujos de corazones. Cuando Mireia abrazó a Edu, notó que su corazón latía a mil por hora y de repente, sin que ella lo esperara, él le preguntó: ¿Te quieres casar conmigo? Ella no lo podía creer, Edu era un romántico empedernido, y solo le salió decirle un rotundo ¡SÍII! Para los dos resultó inevitable controlar las lágrimas de felicidad.
Comenzaron los preparativos de la esperada boda. Los dos tenían claro que no querían una boda tradicional, por lo que decidieron “celebrar un fiestón en el Mas del Mar” en Sant Pere Pescador con 110 amigos. La idea les surgió de una fiesta a la que asistieron años atrás, a la que solo podías acceder bajo dos premisas: conocer a alguien de la fiesta y darlo todo. Tienen tan buenos recuerdos que pensaron que sería el lugar ideal para celebrar su boda original.
Una vez elegido el lugar, comenzaron a contactar con los diferentes proveedores con la ayuda de la aplicación bodas.net. Desde que tuvieron el primer contacto con Sonia, la responsable de nuestro catering, sintieron que había muy buen feeling. El trato tan cercano, sentirse entendidos por nuestro equipo y todas las ideas que Sonia les fue dando, les hizo decidir contar con nosotros para su gran día, y nosotros encantados de formar parte de esta bonita historia.
Para seguir en la línea de hacerlo todo a su manera, en lugar de elegir un menú prediseñado, decidieron escoger lo que más les gustaba de cada una de las opciones, seleccionar los extras que mejor se adaptaban a lo que tenían en mente y diseñaron su propio menú.
Una vez disfrutaron de la prueba del menú que habían elegido, llegó el momento de acabar de diseñar el menú de su gran día. Después de degustar los platos que nuestro equipo cocinó para ellos y probar los vinos y cavas, se reunieron con Sonia para concretarlo todo y salieron con las ideas claras, una sonrisa y las barrigas bien llenas.
Llegó el tan esperado día. La ceremonia fue muy emotiva, llena de palabras de amor de sus amigos, se creó un ambiente muy puro y bonito en el que todos los invitados acabaron muy emocionados llorando de amor y felicidad. Cuando se dijeron el “sí, quiero” y pudieron secarse las lágrimas, comenzó la fiesta.
Inauguraron su aperitivo en formato cóctel con una copa de cava, seguido de unos aperitivos deliciosos: piruleta de foie y chocolate blanco, gazpacho de remolacha y cangrejo real, hummus de berenjena y tofu, taco mexicano de presa ibérica, carpaccio de atún, entre otros, todos ellos deliciosos.
Durante el aperitivo, hubo varias temáticas, elegidas por los novios. Entre ellas estaba nuestra mesa tradicional, en la que Mireia y Edu eligieron pulpos con cebolla, pato con pera y salsa de foie y suquet de rape y langostinos. Para culminar estos sabrosos platos, disfrutaron de uno de nuestros postres estrella: nuestro Ferrero de chocolate y canela.
Organizar una boda siempre es un camino complicado, con mucho estrés y nervios, sobre todo cuando se acerca la fecha. Para Mireia y Edu, haber contado con nosotros para su boda fue todo un acierto por la conexión que se creó desde el principio con Sonia, la dedicación de todo nuestro equipo en un día tan importante para ellos, y lo más importante y por lo que más trabajamos desde nuestro servicio de catering, ser capaces de personalizar cada uno de los detalles tanto en la decoración como en la comida que tanto Edu como Mireia deseaban.
Gracias por dejarnos formar parte de vuestra historia, ojalá seáis tan felices siempre como lo fuisteis ese día.